El Inútil

En este mundo hay muchos inútiles. Algunos nacen así y a otros, como a Martín los vuelven inútiles. Primero, cuando estaba listo para hacer su primer gran trabajo, el de “parto”, a su mamá le pareció una manera muy poco elegante de traer un hijo al mundo, con todos esos gritos y decidió que naciera por cesárea. Pero la cosa no paró ahí. Martín no tuvo ni siquiera que esforzarse por sentarse o gatear ya que pasaba de mano en mano, de una niñera a otra que lo sentaba, lo acostaba lo enderezaba; y jamás, óigase bien: jamás, su pulcro cuerpo tocó el piso y cuando llegó el momento de aprender a caminar tuvo que recibir ayuda de una fisioterapeuta para fortalecer sus debilitados músculos. Luego siempre de la mano de alguien, en un coche, un carro o en los brazos de Teresa, su nana, la mujer más importante de su vida, supo que todo lo que le rodeaba le pertenecía: “usted no va a tener que comprar nada porque todo esto que ve de acá hasta allá, y lo que no alcanza a ver, también es suyo” le decía, mientras le mostraba a lo lejos las interminables tierras de su la hacienda de sus padres. “también la casa y el carro y todo, todo es suyo”. Así creció mientras lo bañaban, lo vestían, lo llevaban y traían del colegio. Más grande se las arregló para quedarse solo en la finca y ahí, de la mano de Rafael, el esposo de su nana, Teresa, conoció las orquestas de baile y a Ruby, la mujer de su vida. Con ella fue libre, salió, bailó, la amó y quiso casarse, pero un día sin mayor explicación lo dejó para que pudiera estudiar, trabajar, ser alguien en la vida. Pero Martín no quería ser nadie sin ella. Intentó estudiar, trabajar y fracasó en todo. Solo quería encontrarla y bailar. Por eso ahora que sus padres le exigen que sea alguien en la vida, lo único que se le ocurre es buscar una mujer para lograrlo. Nunca perdió su buen humor, nunca perdió su capacidad de burlarse de sí mismo, ni de soñar que iba a lograr grandes proyectos, grandes empresas. Nunca dejó de amar a Ruby.  Para él no hay nada que sea imposible.  En cada proyecto piensa que va a pasar a la historia y con su carisma y convicción logra convencer a los que lo rodean. Pero hasta ahora ningún proyecto ha sido exitoso. Cuando encuentra a Miranda, cree finalmente va a cambiar, que puede hacer algo, pero al encontrarla a ella vuelve a encontrar a Ruby y ahora más que nunca tendrá que demostrar que por amor es capaz de volverse alguien en la vida.

Rebelde desde niña, huyó del hogar paterno para estudiar y ejercer como profesora en un pueblo alejado del suyo donde encuentra fácilmente una posición dentro del restringido círculo social. Todo gracias a su cargo, pero también a su belleza y a su gracia para bailar. Así conoce a Martín y así se enamora de él. Por él lo habría hecho todo, dejar el pueblo, su carrera de profesora, todo. Pero un día recibe la llamada de la mamá de Martin quien la amenaza: tendrá que dejar a su hijo o si no él lo va a perder todo. Las oportunidades de estudiar y de ser alguien en la vida. Ruby sabe que, junto a ella, una humilde profesora del pueblo, Martín no va a hacer nada y lo deja. También deja el pueblo que la rechazó por inmoral y encuentra a Mirando Zapata, un ex -cadie de Golf que acaba de ganarse un dinero para montar finalmente su propio negocio.  Con Mirando Ruby llega a la ciudad y construyen una gran empresa. Al dejar a Martín, renuncia al amor y después de muchos ruegos se casa con Mirando a quien admira, pero no ama. Ambos se necesitan: ella para dejar atrás su pasado, el pueblo y Martín y el, porque la ama y necesita alguien que le ayude a criar a sus hijas. Es trabajadora, arrolladora y dueña de una belleza envidiable. Cuando Martín vuelve a aparecer en su vida, se debatirá entre lanzarse a sus brazos o seguir con una vida llena de agradecimiento y logros, pero sin pasión, junto a un hombre tan bueno, generoso y que la quiere tanto, que todas las mujeres se morirían por él.  Arrolladoramente hermosa y carismática, Ruddy Rodríguez logra con este papel seducir a todo el público que la acompaña a lo largo de la historia en la difícil tarea de saber si hacerle caso a la pasión que un día sintió con Martín o aprender a querer a su marido, el hombre un poco excéntrico, torpe y muy gracioso, del cual todas las mujeres se enamorarían....

La fuerza que un hombre necesita para cargar una talega de golf durante más de diez años a cuarenta grados centígrados a la sombra, y bajo los más increíbles desplantes y las más injustas humillaciones; es la fuerza que acumuló Mirando Zapata para ser hoy en día uno de los hombres más importantes en la industria del calzado de su ciudad. Durante todos esos años que siguió a Pacho Martínez, Fernán Fernández y Gabo Gaviria, no dejó de pensar en que un día, reuniría el dinero suficiente para montar un negocio de calzado, (único tema que conocía, agachado y siguiéndole los pasos a todos ellos) y lograría la fortuna suficiente para entrar al club y hacer que esos hombres que lo habían ignorado durante tantos años, le hablaran de tú a tu.

Con esa misma fuerza y paciencia, conoció a la mujer de su vida, la cultivó, la volvió su socia en el trabajo y luego en la vida.  Difícilmente un hombre ama con mayor dedicación y generosidad. Da todo a cambio de casi nada y acostumbrado a que las cosas se obtienen con tiempo trabajo y dedicación. Durante años, oyó a los hombres a los que les cargaba la talega de golf. Les aprendió lo bueno, les registró lo malo. De cada uno conoce un secreto que sacará a relucir un día, cuando ellos se nieguen a cumplir el sueño de su vida. Todo lo hizo con premeditación y paciencia, porque siempre aspiró a que un día, esos hombres que lo ignoraron como cadie le den un espacio en el club de socio y que su mujer finalmente se enamore de el. En medio de este proceso recibe a Martín Martínez, su yerno, en su familia como si fuera un hijo, sin saber que es precisamente el, quien tiene desde hace muchos años cautivado el esquivo corazón de su mujer.

Mezcla de ternura, tenacidad, gracia y excentricidad, Víctor Mallarino ha logrado con este papel demostrar que es uno de los mejores actores colombianos. Ha marcado una manera de hablar, de comportarse y demostrar cómo el resentimiento puede llevar al hombre a construir y no a destruir y cómo a veces una persona se puede equivocar queriendo emular a quienes no lo merecen.

Proviene de una familia de nuevos ricos, pero conoce el origen de su padre. No tiene problemas con su clase social y por lo mismo no se siente menos y no se deja manejar de nadie. Lo que más odia en la vida es a los seres inútiles.

Desde muy pequeña y con ayuda de Ruby descubrió su afición por el baile, no hay nada en la tierra que le guste más, por eso lo asumió como una profesión. Conoce accidentalmente a Martín de quien termina perdidamente enamorada, de su manera de ser y de bailar, de sus proyectos y de sus sueños. Confía en él plenamente y no duda por un instante que es el hombre de sus sueños y con quien desea casarse.