Todos Quieren con Marylin

SINOPSIS

Marilyn está en el lugar equivocado. Su inteligencia, su dulzura, su alegría contrastan con el trabajo triste y autodestructivo que le toca hacer y le toca porque no conoció nada más en la vida, porque, desde los doce años, las circunstancias le enseñaron que su único valor es la cantidad de dinero que algún hombre esté dispuesto a pagar por compartir media hora con ella. Marilyn no conoce el amor. Jamás un hombre la miró con respeto, con ternura. Su trabajo es su trabajo. algo que tiene que hacer y punto. De hecho, no siente nada al realizarlo, se podría decir que tiene el cuerpo dormido y que su sexualidad está anestesiada.

Juan Ignacio está en el lugar equivocado. El mundo en el que se mueve (una prestigiosa Oficina de abogados) lleno de trampa y de mentiras, en el que el dinero manda, riñe con su sentido altruista con sus deseos de servirle a la gente. Juan Ignacio está enamorado, o eso cree él. Dentro del plan de vida que su papá ha diseñado para él, Lorenza encaja a la perfección. Es una mujer divina, de buena familia, con clase... y virgen! Una mujer que jamás ha tenido mayores problemas en la vida y espera seguir así. Juan Ignacio se va a casar con Lorenza, son la pareja perfecta, sus amigos le preparan una despedida de soltero y el plato principal de la noche es... Marilyn! En el encuentro de los dos no hay sexo; hay dos seres que se mueren por confesarse todas las inquietudes, sus temores, los sueños que llevan por dentro.

Ambos desnudan su alma, ambos dejan al descubierto sus verdades y éste encuentro cambia sus vidas. Marilyn empieza a pensar que a lo mejor no es su culpa que esté metida en éste mundo, que a los doce años nadie está preparado para elegir su vida. Juan Ignacio le ofrece trabajo y Marilyn ve por primera vez una posibilidad de buscar una vida mejor, ella ya no quiere hacer su trabajo. Antes no sentía vergüenza porque no tenía a nadie ante quien avergonzarse. Ahora ya tiene a alguien: Juan Ignacio. Juan Ignacio descubre que tal vez no está tan enamorado de Lorenza como pensaba. Descubre que le molesta seguir al pie de la letra los deseos de su papá y le molesta que en su trabajo tenga que olvidarse de sus principios morales a cambio de intereses económicos. Tal vez ya no quiere hacer más lo correcto, tal vez quiere darle otro rumbo a su vida, pero, a pesar de haber descubierto sus equivocaciones, Juan Ignacio es un hombre débil, de esos que le gusta darle gusto a los demás en todo.

Por temor a herir a Lorenza y por evitarle una gran vergüenza a su familia, termina casándose, pero su obsesión por esa mujer que conoció una noche, se le va haciendo cada vez más grande. Juan Ignacio está consciente de la clase social a la que pertenece. Por eso, no se le pasa por la cabeza tener una relación con una mujer como Marilyn. Así es, que para poder verla y estar con ella, decide ayudarla y sacarla de ese mundo. Decide ser el salvador de esa mujer que sin duda merece ser salvada. A Juan Ignacio no le resulta fácil encontrar a Marilyn y mucho menos buscarle un espacio fuera del burdel en el que ella trabaja. El mundo exterior la agrede (siempre lo ha hecho). Así es que Juan Ignacio decide que la única forma de poder ayudarle realmente a esa mujer es teniéndola a su lado y así poder protegerla. Por lo que decide llevársela a trabajar como secretaria a la Oficina de abogados. Juan Ignacio convence a Marilyn de que haga cursos rápidos relacionados con el oficio de secretaria y, además, se esfuerza por cambiarle su presentación personal y su forma de comportarse. Finalmente no lo logrará, pero descubrirá con el tiempo que eso no es lo importante.

Más allá de su forma de vestirse y de sus modales, Marilyn se gana el cariño de todo el mundo por esas condiciones humanas extraordinarias que posee. Juan Ignacio se siente cada vez más desencantado de Lorenza y más enamorado de Marilyn (así se lo quiera negar a sí mismo). Una noche, todo ese amor se convierte en pasión, en una relación mágica llena de revelaciones. Marilyn descubre por primera vez lo que es sentir el amor de alguien. ¡Apenas puede creer que exista una sensación tan espectacular! Y lo que siente la hace entender lo equivocada que estuvo durante tantos años. Juan Ignacio descubre una mujer sensible, llena de ternura y, lo más paradójico: pura! Marilyn jamás se había entregado realmente a alguien.

Marilyn se destaca en su trabajo por su facilidad de entender las relaciones de pareja, es de gran ayuda para resolver los casos de divorcio que llegan a la oficina. Se vuelve un ser querido por todos, pero sus logros están a punto de desvanecerse: las investigaciones de Lorenza y sus amigas cada vez se acercan más a ella. En cualquier momento se destapará la verdad de quién es. Juan Ignacio y Marilyn están profundamente enamorados. Pero él se muere del pánico de enfrentar un divorcio y, lo peor, de destapar a la luz pública su relación con una mujer como Marilyn. Ella en un comienzo lo entiende (al fin y al cabo, él la salvó, le dio otra oportunidad en la vida, le dio todo lo que tiene ahora) pero las continuas agresiones y humillaciones de las que es víctima la llevan a un punto en el que ya no quiere ser esa mujer escondida de la que alguien se avergüenza. La relación de Juan Ignacio y Marilyn se descubre y, lo peor, también se descubre el pasado turbio de Marilyn.

El escándalo es de unas proporciones que nadie se habría podido imaginar. Juan Ignacio no sabe qué hacer. La ama, pero no es capaz de enfrentar al mundo por ese amor. Gabriel, el papá de Juan Ignacio y antiguo cliente del burdel en el que Marilyn trabajaba (aunque nunca fue cliente de ella), convence a Marilyn de que, si en realidad ama a Juan Ignacio, lo mejor que puede hacer es dejarlo porque a su lado, Juan Ignacio siempre será infeliz. Marilyn decide sacrificarse por amor para alejarlo de su lado, le dice a Juan Ignacio que el papá de él fue su cliente. Juan Ignacio se enloquece, abandona a Marilyn, la odia y vuelve con Lorenza mientras que Marilyn no logra conseguir un nuevo trabajo. Juan Ignacio termina por entender que jamás podrá ser feliz al lado de Lorenza, que ama realmente a Marilyn y que por ese amor está dispuesto a enfrentarse a todo, incluso a la idea de que ella tuvo relaciones con su papá. Marilyn va de mal en peor.

Las circunstancias la empujan a volver al burdel, a su antiguo trabajo. Pero finalmente entiende que en su interior cambió y que así se muera de hambre, ya no podrá volver a ser lo que era. Juan Ignacio encuentra a Marilyn en el burdel, piensa que volvió a caer, pero, aún así, le dice que quiere estar con ella, que no le importa lo que pasó con su papá; al fin y al cabo en esa época ni siquiera se conocían y ella solo estaba haciendo su trabajo (un trabajo del que fue víctima). Esta vez, el cambio de Juan Ignacio es real. Ya no la quiere cambiar. La acepta como ella es, con sus cosas buenas y malas. Marilyn le da las gracias por salvarla. Juan Ignacio le dice que ella también lo salvó a él. Juan Ignacio descubre que por amor, Marilyn jamás volvió a su antiguo trabajo y que su papá en realidad nunca fue cliente de ella. Juan Ignacio le propone que se vayan a vivir a un lugar en el que la sociedad (una sociedad cruel y de doble moral) no la juzgue.