Gloria es la mamá de Luna, ella es su única hija y por lo tanto su motor de vida, ella hace todo por asegurar el bienestar de su pequeña.
Como todos los del barrio paraíso, Gloria es una mujer muy humilde, vive en una casa pequeña con apenas lo necesario, hogar que comparte con su hija y con Wilson, su marido y que no es el padre de Luna. Es una mujer “bonachona” razón por la que muchos, incluyendo a Wilson se aprovechan de su bondad.
Es víctima de su propia belleza, pues ser tan hermosa le ha traído más de un problema, en varias oportunidad ha perdido diferentes trabajos ya que sus jefes han querido acostarse con ella. Pero Gloria es una mujer que se hace respetar y nunca ha accedido a las peticiones de sus jefes, así que prefiere renunciar o esperar a que la retiren antes que perder su dignidad.
Actualmente trabaja en una fábrica en la zona industrial, gana lo necesario para mantener su casa, a su hija y hasta al propio Wilson, que casi nunca tiene dinero. Cuando ocurre el intento de suicidio de Luna, le dan una licencia para que pueda resolver sus problemas personales.
Su objetivo de vida es sin duda alguna Luna, cuando Gloria estaba más joven no tuvo la oportunidad de estudiar una carrera universitaria, así que ella se esmera cada día para que su hija cumpla lo que ella no pudo, llegar a una universidad y ser algún día una gran abogada. Luna ha sacado de su madre la inteligencia, la belleza, la dedicación y la sencillez.
Cegada por el amor que le tiene a Wilson, Gloria no escuchó a su hija las tantas veces que ella le decía que Wilson eran un mal hombre, que la miraba raro o que lo escuchaba hablando con otras mujeres en el baño de su casa. Es por esto, que cuando Luna llega al hospital a punto de morir, Gloria empieza a sospechar del hombre que para ella es el amor de su vida, lo empieza a ver con otros ojos, ya no lo quiere tener cerca ni mucho menos hacer el amor con él. Todo el amor, la fidelidad y la sumisión con la que ella antes vivía empieza a perderla poco a poco.
Gloria encuentra en Francisco a su gran ángel guardián, un hombre que la apoya desde que su mundo comienza a decaerse, la escucha y se preocupa por ella. Gloria confía plenamente en él, es su hombro y la primera persona a la que acude para hablar, pedir un consejo o desahogarse. Con tanto acercamiento de parte y parte es inevitable que ambos se sientan atraídos el uno por el otro.